La existencia de desfibriladores y personal capacitado en una empresa refleja un compromiso con la seguridad y el bienestar de los empleados y clientes. Mejora la imagen corporativa al mostrar responsabilidad social y genera confianza y tranquilidad. Demuestra que la empresa se preocupa por la salud y la seguridad, lo que puede ser un gran diferenciador en el mercado.